La ley de Davis-Bacon impone el pago de salarios actuales en proyectos financiados por el gobierno federal. Impide que la competencia por contratos de construcciones federales debilite artificialmente los estándares de trabajo locales. Los estudios demuestran, sin embargo, que tal carrera hacia la baja de estándares, no reducen sustancialmente los costos de construcción pública, ya que las habilidades, experiencia y motivación del trabajador disminuyen en relación directa a la reducción de salarios.